martes, 10 de mayo de 2016

Corrección política

Últimamente he vuelto a tener problemas con la corrección política. Y van... Pero bueno, esto no tiene mucho mérito, cada vez es más fácil ser políticamente incorrecto. Ya no es una cuestión de exponer argumentos ofensivos contra determinados colectivos, sino que basta con utilizar una expresión del acerbo popular cuyas raíces se hundan en lo políticamente incorrecto, como maricón el último, trabajar como un chino o lloras como una niña, para que se te tilde de homófobo, xenófobo o machista. ¿Podría no utilizarlas? Sí, supongo que podría pero, ¿para sustituirlas con qué? ¿Último el último? ¿Trabajar como alguien que trabaja mucho? ¿Llorar como una persona sea cual sea su sexo que está muy triste o se ha hecho  daño? Si además, a la hora de hacer "humor" soy mucho más cruel y crítico conmigo que con cualquier otro (gordo, calvo, viejo, bobo, etc, etc...), ¿por qué sólo son estas expresiones las que producen una respuesta tan visceral? ¿No debería haber recibido amenazas de denuncias por atentar contra mi propio honor?

El problema, creo yo, es que cuando alguien se siente ofendido por tu forma de escribir ya no le basta con dejar de leerte, sino que quiere cambiar tu forma de escribir. Empieza a haber una línea difusa entre corrección política y censura.

Y eso sin meternos en el terreno del debate sobre determinados temas sensibles. Ahí ya, cualquier tipo de discrepancia sobre la línea dominante y "políticamente correcta" no sólo es políticamente incorrecta, sino punible. Incluso aunque estés de acuerdo con la cuestión de fondo, sólo criticar la forma te convierte automáticamente en un monstruo. Resultado: te guardas tus opiniones por puro miedo al estigma social porque no son debates, son campos de minas.

La corrección política se nos ha ido de las manos.

John Cleese lo explica muchísimo mejor que yo. No es que pretenda ponerme a su altura, Dios me libre, pero me parece que este señor tiene el peso intelectual suficiente como para aportar unos cuantos argumentos respecto al humor y la corrección política sobre los que merece la pena pararse a pensar un rato. Y además, si alguien no le parece bien lo que dice, se puede enfadar con él y no conmigo. Y no podréis, porque es un señor mayor y llevarle la contraria sería algo propio de gerontófobos, maltratadores y desalmados.



Y aquí está la transcripción. No he encontrado traducción ni ganas para traducirlo yo, pero ayuda bastante a entenderlo.

"I'm offended every day. For example, the British newspapers every day offend me with their laziness, their nastiness, and their inaccuracy, but I'm not going to expect someone to stop that happening; I just simply speak out about it. Sometimes when people are offended they want — you can just come in and say, "Right, stop that." to whoever it is offending them. And, of course, as a former chairman of the BBC one said, "There are some people who I would wish to offend." And I think there's truth in that too. So the idea that you have to be protected from any kind of uncomfortable emotion is what I absolutely do not subscribe to. And a fellow who I helped write two books about psychology and psychiatry was a renowned psychiatrist in London called Robin Skynner said something very interesting to me. He said, "If people can't control their own emotions, then they have to start trying to control other people's behavior." And when you're around super-sensitive people, you cannot relax and be spontaneous because you have no idea what's going to upset them next. And that's why I've been warned recently don't to go to most university campuses because the political correctness has been taken from being a good idea, which is let's not be mean in particular to people who are not able to look after themselves very well — that's a good idea — to the point where any kind of criticism or any individual or group could be labeled cruel.

And the whole point about humor, the whole point about comedy, and believe you me I thought about this, is that all comedy is critical. Even if you make a very inclusive joke like how would you make God laugh? Answer: Tell him your plans. Now that's about the human condition; it's not excluding anyone. It's saying we all have all these plans, which probably won't come and isn't it funny how we still believe they're going to happen. So that's a very inclusive joke. It's still critical. All humor is critical. If you start to say, "We mustn't; we mustn't criticize or offend them," then humor is gone. With humor goes a sense of proportion. And then as far as I'm concerned, you're living in 1984".

Dadle una vuelta, anda.

miércoles, 4 de mayo de 2016

Máscaras del Imperio.

Estoy harto, yo lo cuelgo ya. Necesito quitármelo de encima. La ilustración ya tiene tantos años que yo creo que igual ya no tengo ni los derechos para usarla. Esta es la portada que encargué en su día para acompañar a un documento de venta de Máscaras del Imperio:


Máscaras del Imperio es un proyecto que ya hemos paseado por algunas jornadas. Comenzó en el año 2011 y ahora por fin parece que podría llegar a concretarse. Bueno, conociendo nuestro ritmo de trabajo en Phlogiston Books, cuando digo "ahora" me refiero a en los próximos años. Se trata de un juego que explota el siglo de oro español haciendo hincapié en la aventura, con un fuerte componente de capa y espada, folletinesco y de novelas de kiosko. Lo suyo sería decir pulp, pero yo creo que ahora mismo decir que algo es pulp es casi más perjudicial que beneficioso. Así que no diré pulp. Cero pulp. Nada que ver.

La ilustración fue obra de Martín Martínez y el diseño gráfico de mi cuñada, y funcionó a las mil maravillas porque consiguió despertar el interés de una editorial. Y aquí pensaba escribir detalladamente cómo ha sido el largo proceso de seis años que nos ha llevado hasta este momento, pero al haber otras personas implicadas lo mejor será hacer una elipsis y así no meto la pata, como suelo hacer siempre.

Digamos que desde entonces el proyecto ha dado un giro bastante radical en cuanto a la ambientación y, sobre todo, en cuanto al sistema. Existe una versión completa del juego que utiliza el Open D6 de West End Games, otro reglamento que utiliza el SRD del Traveller, hemos probado suerte con el Fate Acelerado, con el Motor de Emociones y parece que ahora por fin hemos dado con el buen camino: un mejunje de unas 5 páginas de extensión que todavía necesita algunos ajustes, pero que apunta maneras. Supongo que en su momento acabaremos colgando algunas de esas versiones del juego para uso y disfrute del personal.

Y digo que parece que estamos en el buen camino porque ha sido con este sistema reducido con el que dirigí la primera parte de una pequeña campaña que tiene el título provisional de La Cruzada de los Últimos Días. Con esta creo que ya hemos batido el récord de aventuras para un juego no publicado, ya que se suma a las aventuras cortas Pájaros de mal agüero y Corpus para un magnicidio, y a la monumental campaña Más almas para Kali Ma, espectacular obra magna de Josemasaga. En serio, espectacular, no os imagináis lo que es eso.

El resultado de la prueba de juego fue muy positivo y esperanzador, superando hasta el filtro más exigente, el de mi santa esposa, que manifestó "es la primera vez que me divierto jugando al rol"; y he querido hacer la lectura positiva de que este juego es guay antes que la lectura negativa de que suelo dirigir como el culo. Pobrecita mía, lo suyo es amor del bueno.

Total, que por fin veo luz al final del túnel, me he venido arriba y he dicho: "A la mierda, voy a colgar la imagen antes de que le salga moho".